Actualmente somos parte de un experimento inhumano, una apuesta, en beneficio de los intereses de los más ricos. Se trata del trueque, con el equivalente a la acción humana e inhumana. Se responden dos preguntas: ¿Hasta dónde llegaría una persona valiosa si obtiene dinero o incluso poder, independencia económica, libertad de represión, libertad para moverse libremente, poder trabajar, comprar, ...? Y cuánto cuesta para un ser humano, ya sea como responsable de la toma de decisiones políticas, como editor en jefe, como juez, como oficial de policía o simplemente como una persona en la vida cotidiana en decisiones aparentemente banales sobre seres humanos, está dispuesto a otorgar a parte o la totalidad de la población libertad y derechos básicos hacer algo inhumano, de hecho, cometer crímenes contra la humanidad, ya sea por cálculo calculado o por miedo.
En nuestra sociedad, de hecho en todo el mundo, unos pocos superricos han establecido un tipo de cambio, un tipo de cambio humano, en principio similar a los tipos de cambio del mercado de productos básicos. Pero se trata -como en el pasado, aquí y ahora, incluso en cada momento- de la virtud, la virtud de cada persona, que se subasta, y con ella todas nuestras dudas sobre la naturaleza del hombre. Y así, con nuestras acciones cotidianas hacia nuestros semejantes, con nuestra decisión sobre otras personas en cada situación, nuestra virtud está siempre e indispensable ligada a la venta. Y con cada palabra y cada acto se revela el precio de venta de nuestra virtud.
Hoy, cuando camino por las calles desiertas por la humanidad, lo experimento clara y distintivamente: la entrega del mejor lado de tanta gente, en una creciente voluntad diaria de romper cada santo juramento y cada mandamiento a cambio de poder, por dinero, por económicos. Independencia, por la libertad de la represión, por la libertad de moverse libremente, para poder trabajar, comprar,…. Cada día que el régimen criminal se muestra más totalitario y dictatorial en todo el mundo, lo escucho cada vez más fuerte:
- Por el primero ...
- Segundo….
- ¡Vendido!
Pero si miras con atención, las descubres, primero aparentemente por casualidad, luego cada vez más, personas que luchan: por la libertad, por la paz, por una economía para el bien común, por la libre autodeterminación de cada individuo. Y en la medida en que reúna el valor para confiar en sus propios sentidos y en su propia mente y esté listo para mirar, los reconocerá:
Ustedes reconocen - fuertes e inflexibles - solo unos pocos aquí y allá, aparentemente aislados ... luego como una comunidad de miles de personas en cada ciudad, reunidos con el objetivo de no obedecer a los fascistas dentro de las estructuras de poder tradicionales de nuestro país y también aplicar visiblemente la injusticia a la calle. haz ... y finalmente te reconoces, como uno de ustedes, nacido del profundo conocimiento de que su virtud no está en venta!
Sabiendo que un día el poder de la justicia agarrará por el cuello a los superricos y a los muchos devotos para llevarlos ante un espejo claro y despejado en el que puedan ver la verdad a su semejanza, y que la verdad se revela al mundo entero, esperamos el milagro - en y a través de nosotros mismos, ¡revelado en la disposición para la comunidad!
(a través de Inmigración cristiana)